Uma viagem pelo Jazz

Hoje 30 de abril é o dia do jazz.

Entendemos que na história de toda a música popular que aconteceu no nosso continente encontramos uma primeira cristalização dos estilos musicais, em torno do ano 1880; depois uma maturidade desse momento, em torno do ano de 1920. Nos anos 40 podemos observar como os gêneros se ligaram com a dança. Em meados dos anos 40 se cria um momento de experimentação musical, depois uma resposta minimalista, até que nos anos 60 e 70 os estilos se abriram em duas direções: uma partiu para uma linguagem de vanguarda e outra se caracteriza pela fusão e o diálogo com outros gêneros. O jazz em particular é um estilo musical que se reconhece porque usa determinados ritmos que constituem subgêneros, tem uma instrumentação própria, uma história ligada a New Orleans e a uma série de composições que se cristalizaram, como parte do repertório, conhecidas como standars (composições próprias do estilo). O jazz tem sua própria linhagem, uma descendência que vem sendo construída com o Blues desde o século XIX, depois transitou pelo Rag-time e o Dixieland, na primeira década do século XX, mais tarde se tornou popular e dançante com o Swing, até que nos anos 40 o BeBop começou a se materializar no formato de quinteto ou sexteto. Ampliaram-se o tamanho dos improvisos, se enriqueceram as harmonias. O estilo começou a ser apreciado em pequenos clubes, e aos poucos começou dialogar com a musicalidade latina até se tornar um estilo aberto a um caminho mais universal. A partir deste momento o Bebop abre caminho para um estilo mais minimalista que se conhece como Cool Jazz. Aquela apertura estética que começa no diálogo com a musicalidade latina, incorporou no começo dos anos 60 a musicalidade brasileira, até que nos anos 70 o jazz começou a se misturar e ganhar uma personalidade mais internacionalista até se tornar na realidade um conceito artístico ligado com a improvisação, conceito que poderia ser estendido inclusive a outras artes como a dança, a pintura, a literatura ou o cinema. O QUE É JAZZ HOJE? Hoje é difícil dizer que é o que seria jazz ou o que não seria jazz. Mas, quando nos aproximamos um pouco reconhecemos que existe a cena do jazz que é diferente da cena da música clássica ou do tango ou do samba,por exemplo. E inclusive dentro dos músicos ou do público de jazz existem muito claramente demarcadas as fronteiras entre os que desenvolvem um gosto ligado a um jazz mais antigo, outros que tocam standards, outros que escolhem algo mais livre e outros que preferem um jazz em diálogo com outros estilos. A AMPLIDÃO DO TEMA. A pesar de existir esta identificação jazzística, a partir de determinado momento o que seria englobado no nome jazz ganhou uma amplitude muito grande. Grupos como Weather Report, Chic Corea, ou os brasileiros Egberto Gismonti, Hermeto Pascoal, os do samba jazz e Elis Regina poderiam participar de festivais de jazz sem que eles tocassem exatamente de acordo ao que se reconhecia como jazz até uns anos atrás. Com este novo conceito se poderia escutar em um programa de Jazz a Louis Amstrong, Astor Piazzolla, Billie Holiday, Tom Jobim, Bill Evans e Paul Desmond sem que isso pudesse intimidar ao os ouvintes.

FINAL. Os músicos agradecem porque o jazz abriu caminho para a música instrumental, destacou o papel dos solistas, ampliou o conceito de instrumentações na música popular, dialogou com estilos diferentes rejuvenescendo a musicalidade para todos os horizontes. Enfim, bem vindo o jazz que ao fim ao cabo abriu os horizontes da música do mundo inteiro para novas experiências e novas atitudes.

La historia de "Mocito"

LA HISTORIA DE MOCITO. En Avellaneda tenemos varios cantores, aquí mismo tenemos a nuestro vecinos Salvador Lapadula y a Juancito Borra. Ahora ustedes se acuerdan de “Mocito”? Era un cantor llamado Alfredo Agustín Alberti aquel que después uso el nombre artístico de Osvaldo Cordó, en 1943 “Mocito” tocó aquí en los boliches del barrio y hasta grabó dos tangos lindos: “No la dejo” y “Cuando tallan los recuerdos”.

El seudónimo se lo pusieron por su elegancia, por la forma aristocrática de cantar y por su postura en el escenario. Yo lo acompañe de cerca, a los veinte cuatro años “Mocito” tuvo la chance de entrar en la orquesta de Osvaldo Fresedo. La noche de la estrena fue en el mítico Rendez-Vous, situado en la calle Maipú 854. “Mocito” con su pinta y su estilo gardeliano llegó al disco un año después con los tangos:“Por calles muertas”, de José María Contursi y Sebastián Lombardo y “Cafetín de Buenos Aires” de Mariano Mores y Enrique Santos Discépolo. Después grabó el tango “Volverás” de los hermanos Fresedo y el vals “Motivo de vals”, de Horacio Salgán y Carlos Bahr. Fresedo lo echó de su orquesta por problemas con la puntualidad, las mudanzas de humor y su vida cayó en un laberinto del cual no se levantó más. A “Mocito” lo enloqueció la noche, la bebida y las mujeres, uno piensa apenas que es difícil ser pobre y no tener nada en la vida, pero muchos no saben que cuando un joven de menos de veinticinco años tiene dinero y fama repentina también puede caer en el lodazal de la desdicha. Las causas del infortunio pueden ser varias, un deslumbramiento prematuro, una inestabilidad emocional… algunos dicen que es difícil también conocer la Belleza y que ella no te hunda, muchos grandes músicos como Charlie Parker, el propio Polaco Goyeneche o tantos otros tuvieron problemas con ese choque. Era como que se sintieron encandilados cuando pudieron asomarse por unos instantes para ver por la ventana del paraíso del Arte. No sé si conocen el tango “Volverás” de Osvaldo Fresedo y Emilio Fresedo, pero es una obra muy bien acabada, la composición y el arreglo son fantásticos. En la grabación se puede escuchar a “Mocito” en todo su esplendor: su dinámica, su afinación, el color de su voz, su fraseado, todo era de una excelencia superior. La melodía por momentos parece la composición del carioca Zeketi “Máscara Negra”. La letra parece que justamente hablase sobre la vida de “Mocito”. Como si “Mocito” en sus delirios fuera de la realidad estuviera hablando con sí mismo, o con la música y le estuviera diciendo “volvamos a amarnos”. En su decadencia patética “Mocito” se vestía a rigor y paseaba como un indigente pidiendo cigarrillos, desvariando en la calle Corrientes y Maipú cantando como si estuviera en un escenario imaginario, como si el pasado lo llamara. La letra del tango dice : “Es la canción que escuchamos ayer Y que oigo de nuevo y marchita mi mente”. “Mocito” no aguantó el fracaso, la frustración le hizo perder la lucidez y su vida pasó de las noches triunfales de la orquesta de Fresedo a viejos almacenes donde cantan los que están de vuelta de la fama. Uno de los temas que siempre cantaba era aquel vals que grabó con Fresedo “Motivo de vals”, un vals que la melodía se parece con “flor de Lino”, la letra es linda: “Reflejando un paisaje perdido En un turbio girón del pasado Como sobre un espejo gastado De nuevo esta noche te vuelvo a encontrar De los grises confines del tiempo Donde teje su niebla el olvido A decirte que aun sueño contigo Retornaste en las notas de un vals”. La frase “como sobre un espejo gastado” parece realmente la imagen poética que mejor traduce lo que ocurría con “Mocito”. Verse en un espejo gastado significa no verse o percibir algo dubio. El espejo gastado es aquel espejo que nos devuelve una imagen enmohecida de nosotros mismos. La frase siguiente: “de los grises confines del tiempo, donde teje su niebla el olvido” nos muestra el poeta ese mundo oculto y misterioso donde el olvido tiene su morada. La plaza Avellaneda le dio el abrazo de uno de sus bancos de madera para que él pueda descansar en sus noches de desespero. Es una pena un juglar terminar así. Dejamos aquí este homenaje a “Mocito”.